En los próximos dos años, se vislumbra un horizonte prometedor para ocho países centroamericanos, miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), que podrían adoptar una política regional pionera en ciencia, tecnología e innovación (CTI). Esta iniciativa, liderada por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), busca establecer una estrategia inclusiva y abierta con perspectiva de género en el ámbito de la CTI.
El proyecto “Política Centroamericana para la Ciencia Tecnología e Innovación Abierta y los Mecanismos para Medir su impacto en la Sociedad” tiene como objetivo principal fomentar un entorno colaborativo y transparente en la investigación científica. Esto fortalecerá las capacidades de las instituciones clave en CTI, especialmente los Consejos Nacionales de Ciencia y Tecnología, en países como Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y República Dominicana.
Colaboran en este ambicioso proyecto diversas entidades, entre ellas la Fundación Ciudad del Saber y la Secretaría General del Sistema de la Integración Centroamericana, con el respaldo del International Development Research Center (IDRC) de Canadá. Según el Dr. Yen Caballero González, coordinador del proyecto, esta iniciativa potenciará los resultados de proyectos previos enfocados en fortalecer las capacidades de políticas de ciencia e innovación en la región.
El proyecto se divide en tres fases fundamentales para su implementación. En la primera fase, se lleva a cabo un exhaustivo diagnóstico de la situación actual de los países participantes en cuanto a políticas de CTI abierta e inclusiva. Este análisis se basa en la recopilación de información cualitativa y cuantitativa de diversas fuentes primarias y secundarias.
La segunda fase implica la sensibilización a través de webinars y talleres dirigidos a los organismos de CTI de la región. Mientras que en la tercera fase, se capacitará a gestores de CTI abierta y se generarán insumos para una declaración regional sobre la importancia de la CTI abierta e inclusiva.
La importancia de una política regional de CTI radica en su capacidad para promover áreas de especialización, fomentar la innovación y fortalecer sectores estratégicos. Además, favorece la colaboración entre empresas, instituciones académicas y centros de investigación, lo que contribuye significativamente al desarrollo económico y social de la región.
El respaldo financiero del IDRC de Canadá, con una inversión de 1.5 millones de dólares canadienses, demuestra el compromiso internacional con el avance de la ciencia y la tecnología en Centroamérica. Esta inversión no solo impulsará el desarrollo tecnológico, sino que también mejorará la calidad de vida de los habitantes a través de avances en áreas como la atención médica y las tecnologías limpias.
En conclusión, la implementación de una política regional para la ciencia, tecnología e innovación abierta en Centroamérica no solo fortalecerá la capacidad investigativa de la región, sino que también promoverá un desarrollo sostenible y equitativo, contribuyendo así al progreso y bienestar de toda la comunidad centroamericana.